Huelga de la Roca, Gava, Catalunya.
En julio de 1976 los trabajadores, más de 4.500 en fábrica, convocarán unas elecciones donde serán escogidos 43 delegados para que los representen. Dada la dualidad de poderes (delegados de la
asamblea y CNS), la asamblea exigirá la dimisión de la CNS y enviará una carta a la empresa y a la Delegación de Trabajo informando de quiénes eran sus nuevos representantes.
En septiembre dejan plasmado su proyecto, la asamblea será el órgano soberano y central de donde surgirán todas las decisiones; los delegados serán revocables en todo momento, tanto en su
elección como en su continuidad. El proyecto deja claro que las reivindicaciones van más allá de las mejoras económicas y laborales y denuncia que el Gobierno quiere debilitar el movimiento
obrero dividiéndolo en distintos sindicatos.
Se eligió un comité de 15 delegados para coordinar y ejecutar los acuerdos de la asamblea y de las diferentes comisiones que se formaron para humanizar la fábrica.
La empresa aceptará cinco representantes de la asamblea para negociar el nuevo convenio pero después de algunas diferencias en la negociación y un paro de 24 horas para presionar a la empresa,
ésta despedirá a la mayoría de los delegados. Después de esta decisión la asamblea decide convocar una huelga indefinida hasta que sus delegados sean readmitidos.
Ese mismo día fueron desalojados de la fábrica por la policía y perseguidos con gran violencia por las calles de Gavá. Los trabajadores cortaron los accesos al Poblado Roca con barricadas y
resistieron la entrada de la policía, que utilizó fuego real contra las casas de los trabajadores, los cuales llegaron a recoger más de 200 casquetes de balas.
El número de despedidos había aumentado y los trabajadores comenzaron a organizar comités de trabajo en torno a la asamblea: comité de la caja de resistencia, comité de extensión de lucha, comité
de redacción, comité de asesoramiento jurídico, comité de autodefensa y comité de organización interna.
Las mujeres de los trabajadores, a diferencia de en anteriores huelgas, participaron activamente en el trabajo así como en las asambleas, donde tuvieron voz y voto al igual que sus maridos.
También hicieron sus propias asambleas.
A pesar de la prohibición de celebrar asambleas, éstas se seguieron haciendo cada día: en el Poblado, en la iglesia o en la montaña en casos de acoso policial creando puestos de control para
evitar la llegada de la policía. En ellas se tomaron todas las decisiones, y siempre a mano alzada. Este tipo de votación y de organización provocó un enfrentamiento con el gran sindicato de la
comarca, CC OO. Los trabajadores de Roca se negaron a dejar la negociación en manos de este sindicato, o de volver a trabajar y luego negociar como les pedían.
El trabajo de los diferentes comités dará una gran fama a la lucha de Roca. Estudiantes, asociaciones de vecinos, artistas, intelectuales y organizaciones ofrecieron su ayuda a los trabajadores y
se acercaron hasta Gavá para vivir de cerca las asambleas y la organización de éstos. La información sobre el conflicto, gracias también a los diferentes comités de apoyo que se organizaron,
llegó a todo el mundo, y medios como Libération o la BBC informaron sobre el conflicto.
Pero también los trabajadores tuvieron que sufrir, además de la represión policial, los continuos ataques de grupos de extrema derecha.
La prensa, al igual que algunos partidos y sindicatos, sólo habló de la violencia y radicalidad de los trabajadores y nunca de las causas del conflicto o de la organización de los huelguistas.
Después de casi tres meses de huelga se llegó al juicio en magistratura el 22 de enero de 1977. Los trabajadores fueron defendidos por jóvenes abogados del colectivo Ronda, que prepararon el
juicio con dos intenciones: que el juez declara los despidos improcedentes y que la opinion publica
conociese la realidad del conflicto.
El veredicto declaraba improcedentes los despidos al considerar que los delegados “participaron en el paro sin que se haya acreditado que intervinieran en otros actos ni que tuviesen otra
actuación que la de esporádicos portavoces de las decisiones de la asamblea de los trabajadores”. Además, dejó en evidencia a los medios de comunicación y a algunos grupos políticos y sindicales
que calificaron a los trabajadores de radicales y de ser los culpables del conflicto, demostrando, por ejemplo, que llegaron a despedir a un delegado que se encontraba de vacaciones durante los
días del conflicto.
Después de este veredicto y de que la familia Roca comprara unas acciones en manos americanas, la empresa anunció que aceptaba el veredicto y que no habría más despidos ni sancionados si los
trabajadores volvían a la fábrica. El 10 de febrero, en una asamblea con 3.500 personas, por primera vez después de 95 días se votó a favor de volver al trabajo ante la falta de perspectivas de
extensión del conflicto y para evitar la ruptura de la unidad que habían mantenido.
Una intervención política sobre la memoria y sobre el presente
El 11 de febrero de 1977, a las siete de la mañana, la totalidad de trabajadores celebró una última asamblea en la cual se hizo un llamamiento en contra de las organizaciones y a favor del
asamblearismo. Al acabar entraron unidos a la fábrica entre gritos de “unidad, unidad” con el puño en alto y rompiendo a llorar la mayoría de ellos. Así terminaba la mítica huelga de Roca; pero
hubo muchas más que han sido- deliberadamente- olvidadas por los sindicatos y partidos políticos ‘de izquierdas’ que ‘ganaron’ la Transición. Se ha puesto en marcha un proyecto para recuperar la
memoria del ‘otro’ movimiento obrero; de ese movimiento que estaba detrás de algunas de las principales huelgas y enfrentamientos con la dictadura, que protagonizó luchas autónomas -muchas veces
al margen de los partidos y sindicatos aún ilegales- inventando formas de resistencia igualitarias y antijerárquicas y cuya voluntad era llevar más lejos la ‘Transición’ democrática. El proyecto,
promovido por la Fundación Espai en Blanc, está compuesto de una web-archivo digital aún en construcción (luchasautonomas.net), de un DVD con un documental y de un libro.